¿Por qué la predicación expositiva?

Tom Buck

man holding book in the ricefield

Una de las frases comúnmente usadas en G3 Ministries es “a cómo está el púlpito, así está la iglesia.” Creemos que cualquier cosa que salga del púlpito de la iglesia dará forma a esa congregación más que cualquier otra cosa. Por esto es que creemos que el rol principal de un pastor es la predicación expositiva.

Estoy consciente de que esta es una declaración audaz cuando se considera que hay mucha predicación hoy en día que no es expositiva. Esto solo se agrava por la manera que defino “predicación expositiva.” Por ejemplo, no diría que exponer es predicar consecutivamente a través de libros de la Biblia. Aunque diría que predicar a través de libros de la Biblia es la mejor manera de dedicarse a la exposición consistente, eso no define la exposición. Cabe la posibilidad de predicar a través del libro de Romanos y hacerlo de una manera que no sea expositiva. Además, es posible también predicar una serie que no pase consecutivamente a través de un libro de la Biblia, pero con un acercamiento expositivo del texto.

¿Qué es la exposición bíblica?

Si tuviera que dar una definición básica de predicación expositiva, simplemente diría esto: “El predicador descubre el punto de un texto bíblico y lo hace el punto central del sermón.” Por lo tanto, ampliaría mi afirmación anterior para decir que el rol principal de cualquier pastor es predicar sermones que deriven su punto principal del punto original del texto bíblico.

Considerando esta definición, la mayoría de la predicación en los púlpitos de hoy está lejos de ser expositiva. Hay infinidad de ejemplos de textos bíblicos predicados fuera de contexto. Por ejemplo, un predicador basó todo su sermón de Navidad en Mat. 2:8, «Vayan y busquen con diligencia al Niño; y cuando lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore». El punto del sermón era que la audiencia debía buscar diligentemente a Cristo en la época de Navidad con el fin de poder adorarlo. Sin embargo, este texto bíblico fue pronunciado por Herodes quien articuló estas palabras engañosamente para poder encontrar a Jesús y matarlo.

Hay sermones que son predicados a través de varios lentes — psicológicos, terapéuticos, políticos, sociales. ¿Cuántas veces no hemos escuchado un sermón del 4 de Julio basado en 2 Crónicas 7:14 aplicado como si hubiese sido escrito directamente a Estados Unidos? Recientemente un sermón se hizo viral en el internet en el que un predicador tomó las plagas de Egipto como una equivalencia a los disturbios sociales y protestas que sucedían en los Estados Unidos, y la salida de Israel de Egipto como una manera de argumentar a favor de las restituciones.

Hay sermones que moralizan el texto sin ninguna conexión al significado original. Considere sermones basados en la historia de David y Goliat que han sido usados para enseñarle a la gente cómo vencer a los gigantes de sus vidas. Un pastor predicó un sermón navideño basado en la historia de los hombres sabios de Mateo para ayudarle a la gente a establecer y cumplir sus objetivos.

Estos son ejemplos reales de sermones que he escuchado. En algunos casos, en mis días de juventud, yo soy el predicador culpable. Además, en cada uno de estos sermones, el punto original del texto fue ignorado y el predicador declaró lo que él quiso decir y no lo que Dios originalmente había dicho. Todavía me estremezco cuando pienso en la cantidad de veces que le declaré a las personas una palabra que venía de mí y no de Dios — palabras que puse en la boca de Dios que nunca exhaló. Me ofende cada vez que alguien me hace eso, imagínese cómo se debe sentir Dios.

Dos razones teológicas a favor de la predicación expositiva

Uno de los puntos de cambio que me guiaron a un compromiso exclusivo con la exposición bíblica fue mi convicción teológica. Lo que usted realmente cree acerca de las Escrituras debe ser un factor determinante en cómo predica la Palabra de Dios. Llegué al entendimiento de que había una desconexión inconsistente entre lo que afirmaba creer sobre las Escrituras y cómo las estaba manejando. Dos cosas que creía acerca de la Biblia cambiaron completamente mi predicación.

En primer lugar, la Biblia es totalmente inspirada e inerrante. En otras palabras, creo que la Biblia es verdaderamente las palabras vivas de Dios. Creo, como Pablo lo declaró en 2 Timoteo 3:16, que toda la Escritura es “exhalada por Dios” y como Pedro dijo que aquellos que escribieron las Escrituras fueron “movidos por el Espíritu Santo”.

Dicho de manera simple, creo que la Biblia es literalmente Dios hablando y que tenemos en nuestras Biblias un registro totalmente fidedigno de lo que él ha dicho. Dios no dejó a nuestra imaginación cómo nos relacionamos con él en este mundo. Dios nos ha dado su palabra como se revela en las Escrituras. Y si Dios ha elegido hablar, debemos estar seguros que él nos ha dado los medios confiables por los cuales podemos saber exactamente lo que ha dicho.

Mis feligreses no necesitan escuchar mi voz, necesitan escuchar la voz de Dios. Y la única manera en la que puedo estar seguro de que están escuchando la voz de Dios y no la mía es manejar la Palabra de Dios con el cuidado que me da confianza de que lo que estoy diciendo en mi sermón es lo que él ha dicho en su Palabra. Esto demanda exposición bíblica. El punto de Dios debe ser el punto del predicador. 

Segundo, no solo creo que la Biblia es inspirada e inerrante, también creo que es suficiente y autoritaria. Esto, considero yo, es la gran batalla de nuestros días. Somos inundados con sermones que se originan en la mente del predicador con respecto a las necesidades percibidas de las personas. La realidad es que, a menudo, las más profundas necesidades de las personas no son sus necesidades percibidas. Debemos creer que la Palabra de Dios es completamente suficiente para satisfacer todas y cada una de nuestras necesidades.

Considere a Jesús quien vivió su vida en completa sumisión a las Escrituras. A menudo respondía a sus detractores con las palabras, “no han leído…” Cuando fue tentado por Satanás, luchó con tres hábiles citas de Deuteronomio. Su respuesta resumida a Satanás fue que el hombre no vivirá sólo de pan sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. ¿Se puede hacer una declaración más clara sobre la suficiencia de las Escrituras?

Mi problema es que soy tentado a pensar que la mera Palabra de Dios no conectará con la gente; necesito de alguna manera hacer la Palabra de Dios relevante. Creo que entiendo a las personas mejor que Dios, quien las creó. Las personas posmodernas realmente conectan con experiencias internamente dirigidas transmitidas desde el púlpito. Necesitan escuchar lo que hay en mi corazón. En otras palabras, soy tentado a pensar que la Palabra de Dios no es suficiente.

Sin embargo, si creo que la Palabra de Dios es suficiente, mi congregación no necesita escuchar mis pensamientos e ideas, simplemente necesita escuchar lo que Dios ha dicho en su Palabra — ni más ni menos. Esto exige una exposición bíblica.

Un nuevo y audaz compromiso con la exposición

Aún recuerdo el día en que me di cuenta que había estado fallando en hacer mi trabajo principal como pastor. Hablaba de boca para fuera con respecto a la doctrina de la inerrancia y suficiencia, pero mi predicación ejemplificaba que realmente no creía en lo que afirmaba. Estaba manejando la palabra de Dios de manera imprudente. Me di cuenta que el púlpito se había convertido en un lugar para que mi voz moldeara a las personas en lugar de la exclusiva voz de Dios.

Me arrepentí delante de Dios y me comprometí a la disciplina de la sólida exposición bíblica. Deseaba hacer todo lo que estaba a mi alcance para nunca volver a predicar otro sermón que se originara en mi mente, pero que viniera de la misma mente de Dios como se revela en la Escritura.

Considero que si usted realmente cree que las Escrituras son inerrantes y suficientes, se buscará la forma de nunca predicar otro sermón que no maneje la Escritura en una manera expositiva. Se esforzará para ser fiel hasta el final para dejar que la Palabra de Dios haga la obra de Dios con un corazón de pastor que sostiene las Escrituras como la fuente suficiente para nuestras vidas. Pero esto no se conseguirá sin trabajo arduo, disciplina, y el ánimo de otros que están comprometidos con esta gran obra.

Esto es lo que me emociona para servir como director de Taller Expositivos de G3. Nuestra pasión es entrenar hombres para manejar la Palabra de Dios en una manera expositiva. Hacemos eco de las palabras de Pablo a Timoteo para que el predicador “procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). Por lo tanto, nuestros talleres están estructurados para ayudar a educarlo a entender por qué la exposición bíblica es necesaria, equiparlo para hacer exposición bíblica, y animarlo para que esta gran responsabilidad sea hecha.

Lo invito a unirse a nosotros este año para un taller de predicación expositiva y a comprometerse a estar mejor equipado en la tarea a la que Dios lo ha llamado.

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Tom Buck

Senior Pastor First Baptist Church of Lindale, Texas

Tom Buck is Senior Pastor at the First Baptist Church of Lindale, Texas. He holds a BA in Pastoral Ministries and New Testament Greek from the Moody Bible Institute, a ThM in Bible Exposition from Dallas Theological Seminary, and a DMin in Expository Preaching at Southern Baptist Theological Seminary. Tom previously served for 12 years as the Senior Pastor of Riverside Baptist Fellowship in Florida. He has been at First Baptist Church since 2006. Tom is passionate about helping train pastors to be biblical expositors and serves as Director of G3 Expository Preaching Workshops.